Si la economía fuese aprehendida

8 pm - Despierto, he dormido como por 6 horas, en la tarde es poco común para alguien común, pero para mi no, siempre lo hago. Abro los ojos, me quedo viendo el techo de mi cuarto, todo en un panorama oscuro, no recuerdo durante cuánto tiempo, pero estaba pensando sobre mi vida en alguna isla ecuatoriana.

8:10 pm - Sigo despierto, tumbado en mi cama, mi perro ladra, creo necesita comida, pero por el momento no me importa, antes de dormir me tomé 2 cervezas y creo me hicieron daño, tengo nauseas y un poco de dolor de cabeza, no era buena idea tomarlas.

08:15 pm - Shirley Raymond suena en el reproductor, me siento bien escuchándolo, el "You're gonna Miss Me" me recuerda que debo de hacer una llamada, todavía no tengo clara la idea de a quién, sólo me dejo llevar por el soul, gran Soul.

08:25 pm - Veo mi viejo librero, ese donde se estancan las viejas lecturas de mis padres; poesía mexicana; reflexión juvenil; socialismo y capitalismo;modelos económicos, realmente no he entendido mucho de eso, tal vez por eso estoy tan quebrado, tal vez.

08:45 pm- Decido levantarme, no quiero ver tele, mi madre va a buscarme a mi cuarto, iba a despertarme, mala idea, estaba despierto pero con un dolor de cabeza, avanzo hacia el patio y mi padre me intercepta:

- Necesitas poner dinero para la pintura de la casa, dice

- Necesito un buen trabajo y después te daré dinero, contesto

- Necesitas dejar de beber, afirma

- También necesito vivir solo y no lo hago, vuelvo a contestar

- Necesito el dinero para pasado mañana, insiste

- Para ese entonces, seguiré necesitando un buen trabajo, un buen vino y vivir solo.

9:00 pm- Recuerdo a quien tengo que llamar, necesito limpiar mi cuarto, mi ropa y mi vida. Tengo que darle de comer a mi perro, pero antes voy por otra cerveza a mi refrigerador, espero ceda el dolor de cabeza.

11:00 pm- Dos gotas de cerverza caen del envase a mi boca, estoy jodido, fastidiado y agotado, por fin haré esa llamada que tenía pendiente desde mi vida adulta, espero no me envíe al buzón, si no tendré que postergar mis planes, cosa que no me agrada, me irrita y me frustra.

Tomo el teléfono, marco los números mientras suenan el tono de las teclas, no sé por que me acordé del sostén de la señora en la oficina, espero, suena, me desespero y cuelgo. Lo vuelvo a intentar

- Bueno - dice

- Bueno - contesto

- ¿Quién es?- Cuestiona

- Yo, Fernando, el relevo de tu horario en el trabajo

- Ah si, te recuerdo, el borracho, pero ¿para qué me quieres? (sigue dudosa de la llamada)

- No quiero ir a trabajar mañana, ¿podrías relevarme?- la ataco

- Mmmmm, ¿pero por qué?

- Por que quiero beber mañana, todo el día, lo necesito, quiero pasar el día en mi casa y quiero poner platos viejos, no me levantaré de mi cama en todo el día, no haré el mínimo esfuerzo por comer algo, tal vez salga nada más a comprar unos cigarros, después a darle todo el día.

- No mames, es miércoles, no puedes, tienes una vida y un trabajo, tienes que venir a trabajar, no me puedes pedir eso, no por que te sientas mal tienes que dejar todo, mañana no...

No me logra convencer, sus argumentos ni si quiera son validos, prendo un cigarro, mientras ella sigue diciendo cosas que creo no se las dice a su hijo de 15 años, es penoso, pero realmente no me importa.

Después de toda su alegación, mal sustento, pretextos impropios y una situación incómoda, respiro fuertemente para impedir su verbo, suena fuerte mi respiro, para que se de cuenta de mis síntomas de desesperación, se calla y en eso entro:

- No lo hagas, ni si quiera te lo iba a pedir a ti, pero ahora que sé que te preocupas por mí, hazme un favor. Escríbe una carta de renuncia, pónle mi nombre, todo lo que tengas que decirle al jefe y nunca lo has hecho pónlo en la carta, sé que es bajo y ruin, pero hazlo por mí, es un favor. Después que la termines colócala en el escritorio del jefe y por favor ya lárgate de ahí, mañana tienes que cubrir tiempo extra. Hoy un bastardo ha decidido renunciar.

Cuelgo y me pierdo en la ciudad.