Wednesday, December 21, 2011

Hablar de épocas es hacer referencia a estados de ánimo,
por eso prefiero dejar mi "status" en suspenso, por que las emociones no se deben de prostituir, sobre todo dos palabras: "gracias" y "te quiero".

Los dos términos ya están muy sobrevalorados por encima de cualquier trending topic de twitter, así que no nos pongamos sensibles por dos putas palabras y pasemos al aura de la bebida, el espíritu del alcohol, que siempre nos quedará cuando soñemos cebras disfrazadas de sentimientos, por eso quiero despertar de este océano de basura para abrir los ojos en la playa de Tijuana, donde nadie me hacia caso pero no me importaba,
por que tenía la paciencia de una frontera y la tranquilidad de un pedazo de tierra llamado mar.

Saturday, December 17, 2011

Linda Sue Dixon

La coordinación entre mi mente, dedos y vista, la tuve en el peor rango de estima, pero ella no lo vio así y a pesar de mis incoherencias con la imaginación, siguió enviándome señales de vida.

Me hundí y la inspiración se me terminó, pero ella regresó mostrando sus puños llenos de sangre, demostrándome que yo no estaba en el fondo y que sólo era mi pie izquierdo el que tenía en el fango.

La coloqué en un pedestal inalcanzable, para que mis tonterías pasaran desapercibidas por la noche, pues a ella siempre la imaginé con la cara al sol, pero siguió mirando hacia abajo para ver cuantos gusanos salían de la tierra que removía.

Me acerqué y me di cuenta que su cuerpo tenía los mismos huesos que el mío y que sus oraciones también tenían sentido, observé bien lo juntas que están sus cejas y que la hacen tener ese toque de una supernova con la que alguna vez reí.

Ahora pienso que el día del futuro, en donde tenga la oportunidad de hablarle de frente, por primera vez tengo que saber lo que le diré, tengo que hacer valer mi condición de soporte, tengo que enseñarle que los tontos sin voz de vez en cuando usamos vocales y consonantes en el discurso del convencimiento, para viajar de aquí a su sonrisa más cercana.

Punto y aparte

De todo lo que se me ocurre escribir
nada tiene que ver con tus formas de atraerme y de sonreírme, ni tampoco con tus formas de despreciarme.

De todo lo que se me ocurre escribir nada tiene que ver con tu pestañeo constante de aquella noche en que te conocí, ni con tu magia que demostraste al momento de sacar palabras, ni tampoco con tu forma poco ortodoxa de desaparecer.

No tengo imaginación para poder escribir sobre mi "táctica y estrategia" que tengo para ti, no escribiré sobre lo bien que me siento cada vez que me imagino entre tus dos largas y blancas piernas; recostado, viendo el atardecer mientras tú quemas un poco de tu amor.

Tengo que escribir para expresar que sigo en pedazos, tratando de saber por dónde empezar la reconstrucción de mi alma cargada de litros de alcohol, mi cuerpo te insta a voltear hacia acá; sigo perdido entre las letras y la realidad, soñando que puedo vencer al mismo Napoleón y viviendo con miedo a los ratones.

Por eso entre ficción y realidad literaria, te insto a que me muestres, por medio de tu abdómen, que todavía sigo en tierra firme y que no he perdido ni un grado de mi capacidad de pensar que tú ya eres punto y aparte.

Thursday, December 15, 2011

Olimpiadas del desprecio


el conformismo figura entre mis mayores virtudes,
pero logro olvidarlo siempre que alguna mujer llega
y me convence de que tengo 
que
caer en el pozo,
para buscarle el fin, 
y así transformar mis malas costumbres;
que desaparecen cuando yo escucho su voz durante la cacería de Brujas,

pero si ella no está dispuesta a caer conmigo,
por que se fija en lo débil que son mis manos a la hora de sostenerla,
me conformo con sacarle un suspiro en el preciso momento  que
el hielo se vaya derritiendo entre sus senos de bronce,
sus ombligo de plata
y su entrepierna de oro.


Friday, December 09, 2011

Fin de la noche

hoy, soledad

mañana despesperación

en un futuro tristeza

Pero

en este momento enojo

rabia, coraje

miles de sinónimos

y

diez mil anécdotas sobre el mismo tema

cada quien con la suya,

ninguna mejor y ninguna peor

todas con un valor,


con cierto gradro de desolación

Y a veces me pregunto:

¿Qué tendrá la muerte?


que todos tienen algún lío con ella

Saturday, December 03, 2011

Y no te podré alcanzar
por que tú ya estás en los 100 metros planos
y yo sigo en lo menos 20 sin fondo

por que tú ya estás en el piso 50
y yo sigo atorado en el humo de un cigarro

Por que tú ya estás arriba del avión
y yo sigo estancado en el autobús


Por que tú ya eres Jesús

y yo

sigo siendo un Barrabás cualquiera

Thursday, December 01, 2011

Car with the Star!

Cuando logré tomar conciencia de nuevo, me encontraba manejando un Valiant Acapulco 66, tenía de copiloto a una mujer extranjera; rubia, de piernas delgadas y con poca dicción del español.

Durante unos segundos traté de descifrar la carretera en la que me encontraba, me era muy familiar y luego de analizar todos los puntos del camino por fin lo supe, era la carretera rumbo a Querétato. Manejaba a 150 kilómetros por hora mientras la rubia ponía sus piernas arriba de la guantera y prendía el cigarro número 20 del camino, según ella.

El auto se lo había pedido hace dos semanas a la nueva pareja de mi madre, Railey, el hombre accedió inmediatamente cuando deje entrever que podría aceptar la relación en caso de lograr tener ese Valiant bajo mi control.

La rubia terminó el cigarrillo y yo en seguida le pregunté quién era, su nombre y su edad, cómo nos conocimos y en qué momento logré captar su atención para tenerla junto a mí; todo con la panorámica de sus largas piernas y si me concentraba podía percibir el inicio de sus bragas al mismo tiempo que se acomodaba mejor en el asiento, claro su vestido corto jipi ayudó en mejorar mi percepción del mundo.

La rubia trataba de entender el cuestionamiento que yo le hacía, me divertía cada vez que ella trataba de hilar una palabra en español antes de soltar al aire un "what the hell i'm trying to say". Yo reía pero en seguida me acordé de mi madre, mi cariñosa madre.

Al estilo de las películas de acción logré aparcar el Valiant en frente de una caseta que se encontraba al lado de la carretera. Me busqué algunas monedas en mi pantalón pero sólo encontré puros cerillos sueltos, busqué dentro del auto hasta que por fin di con unas cuantas.

Llamé a casa, contestó mi hermana:

Bueno, soy yo Fernando, pásame a mi madre que se me acaba el crédito - de manera apresurada le dije.

¿Dónde estás? Todo el mundo te ha venido a buscar: tus amigos, la policía y lo peor de todo, ha venido tu ex mujer. - en señal de alarma mi hermana replicó.

Maldición- pensé en ese momento- mi ex mujer, la que me abandonó por ese famoso abogado y a la que logro acechar cada vez que mi estado etílico me lo permite.

En realidad no recordaba nada, algunos vagos momentos pero practicamente no tuve memoria de las últimas dos semanas de mi vida por lo que podía haber caído en la tentación de haber hecho alguna estupidez que le hiciera recordar a mi ex mujer que soy de los que no suelen abandonar la estacada tan fácilmente.

Retomé la conversación con mi hermana y solté : Ah, ¿comentó si yo había hecho alguna estupidez durante nuestro último encuentro?

No, no dijo nada sobre ello, sólo preguntó por ti y se fue, en seguida vinieron los policías cuestionando sobre si en tu cuarto albergas algún tipo de animal, especialmente aves- mi hermana con la astucia de un informante me daba detalle de la situación.

¿Pero mi madre está bien?- Yo seguía pensando en mi madre, mi cariñosa madre.

Sí, está bien, un poco preocupada y molesta por no saber donde diablos estás sobre todo con el auto de Railey- mi hermana continuaba con su papel de informante.

La llamada se cortó y enseguida traté de analizar la situación y no había ninguna duda de que caí en la tentación:

Durante mi borrachera, que inicié hace dos semanas, robé el águila real de la pareja de mi ex mujer, acudí a alguna asociación potectora de animales para saber qué hacer y una rubia me atendió, le comenté la situación y me dijo que lo mejor era dejar libre al águila, acción a la que accedí, claro con la intención de que ella me ayudara para después perdernos por allí. El maldito valor que el alcohol me hace tener en situaciones poco probables que sucedan... y sin embargo suceden.

Miré a la rubia que parecía cada vez más encantada con el sol que impactaba en la carretera, le sonreí y le cuestioné sobre si se quería seguir perdiendo el tiempo conmigo, ella soltó un "ohh yees" y subimos al carro.

Ya en el auto y con 160 kilómetros por hora bajo mi mando, la rubia preguntó si tenía buena música, asentí con la cabeza y prendí el estereo, dentro del reproductor se encontraba un disco de Andre Williams pero la rubia desconocida no aprobó los primeros riffs de "A Car with the Star".

Me preguntó si tenía algo de "Beirut", reí y le dije que buscara en la guantera, la rubia sacó el disco deseado por ella y que una semana atrás una diseñadora me había regalado, debido a que la ingenúa se había creído el cuento de que yo era fotógrafo de la revista Vice además de que hacía algunas reseñas de discos para la misma, pero cuando descubrió que todo era mentira huyó y ni un beso le pude robar.

La rubia intentó quitar a Andre Williams y poner su mariconada de Beirut, yo la detuve y con el dedo le hice la seña de "NO", en ese momento comenzó el coro "run,run,run..."

Llegando a Querétaro la rubia inmediatamente tomó el primer autobús hacia la Ciudad de México, ni siquiera le entendí sus razones pero estaba seguro que se había ido por "incompatibilidad musical",yo la acompañé a la estación y cuando vi que poco a poco se distanciaba de mí pensé que estaba obligado en conseguir un trabajo lo más pronto posible para llenar el tanque de gasolina, comprar comida y un ron:

Tenía que regresar a casa, el Valiant Acapulco pedía a gritos estar de vuelta con su dueño y yo tenía que demostrar que seguía sin aprobar la nueva relación de mi madre.

André Williams - Car with the Star by yoelsek