Me faltan el plan A, el plan B, el plan C, el plan D... para tener cubierto todo el abecedario completo.
Pero los que tengo me servirán para poder sobrevivir a las miles de sandeces que azotan este país, empezando por la democracia en toda su minimización, su sentido desfigurativo y su tamaño des-proporcional.
El plan "X" es sacarme un moco enfrente de la sede del partido Azul para que sepan que tengo sangre roja y los mocos verdes, tomarle una foto a mi hazaña y publicarla en Twitter junto a un mensaje de no más de 140 caracteres y así ser considerado como uno de los progresistas más imbéciles del siglo XX (en una lista donde figuran miles) por todo los usuarios de esa red marcial.
El plan "Y" es mudarme a la cueva donde miles murciélagos viven para que el hambre consuma mi llama de toques olímpicos que, según dicen, tiene algo de esperanza y miles de millones invertidos en bancos dirigidos por micos que usan trajes que cuestan lo que yo he ganado en toda mi vida laboral (de la de escritor, mejor ni hablar).
Y el plan "Z", el mejor de todos, es entrar a un banco con mis manos dentro de mis bolsillos agujerados gracias a que siempre busco y busco plata para invitarte a vivir en el país de las desmaravillas pero encuentro un vacío tan grande como mi desesperanza en esta vida. El chiste es entrar al banco, tú detrás de mí, y en la mera entrada proporcionarte un beso que impresione a las personas que nos rodean, en ese momento sacaré mis manos y las meteré debajo de tu vestido floreado hasta llegar a tus bragas y de ahí sacaré un rifle que espante a todos los ilusos de la tasa de interés para que todos, absolutamente todos, nos entreguen sus pertenencias y el banco que se joda, pues a ese ya no le podemos robar más, algunos chimpancés se nos adelantaron en la proeza.
Entonces, salir con todo lo que podamos y llegar al Gran Camino que robaré para esa ocasión especial. Nos fugaremos y tendremos suficiente si nos detenemos en cada país a hacer lo mismo, seremos los delincuentes de cuello negro más buscados del mundo. Te lo juro ante la imagen del político más honesto del mundo.
Ahora, déjame solo que tengo que inventar los planes restantes, por lo mientras puedes jugar a que te preocupa el futuro de esta nación haciéndole el juego más divertido a los Cerdos con Zapatos de Oro.
