Sunday, July 27, 2014

LA PUTA FELICIDAD



CAPÍTULO UNO

Por el pinche SEK

Han pasado días en los que he estado cerca de caer en estado de locura. Sí, ansiedad, tristeza, el corazón late más rápido, después estoy triste, después me pongo ansioso, después quiero salir corriendo, salgo pero después quiero estar en mi cama otra vez, teniendo lástima por mí.

Sin embargo, también han servido para encontrarme, para saber mis debilidades, conocer mis pocas fuerzas, mi poco razonamiento de la realidad.

Ante eso, viví seis meses de total y absoluta felicidad. Es algo contradictorio, lo sé, pero así fueron. Me despertaba con mensajes todas las mañanas de lo que se suponía era amor: “muero por estar contigo”, “muero por besarte”, “quiero verte”, “que te vaya bien en el trabajo, 
amor”, “no te enojes, yo quiero mi familia contigo”…el mundo dejó de girar.

No es que haya buscado la felicidad, por error la encontré por seis puñeteros meses, ¿qué son seis meses en una puta vida? No son nada, lo sé, entonces encargaré esto al tiempo.

Y así, lo que pensaba que odiaba, ya lo amaba, quería estar en su vida, en su entorno, disfrutar lo que ella disfrutaba, pensé que ya estaba curado ante esa porquería, pero no. Me intereso su interés por el arte, la cultura, “los conceptos visuales”, hasta fui a un museo, ja.

Y moría y vivía en un solo día, con esos altibajos que te da una relación tan grande, con esos demonios que siempre están ahí, viendo como construía la puta felicidad y burlándome de ellos en su puta cara.

Antes de ella pensaba que ya estaba curado de espanto ante eso, me refugié en bares, con mujeres con las que no debí, me sostuve de la tristeza de Úrsula para poder salir yo adelante, lo logré…no por mucho tiempo.

Pero ahora estoy sobrio, tranquilo, fumándome un Camel que había en mi pantalón y que de seguro estaba ahí porque lo robé a alguien en la fiesta de ayer.

Ahora llueve, y mi moral cae a la par que esas gotas, mi poca dignidad, mi poco razonamiento. No sé qué hacer, no quiero ya la puta felicidad, encontrarla tiene un precio muy caro y yo ya no quiero pagar intereses.

Quiero que esté mundo gire normal, que las guerras se reanuden, terminar esta tregua con mis demonios, quiero que la luna brille igual que antes, que el sol me vuelva a quemar la piel, que las olas me recuerden que sigo en una batalla con el mundo, con el creador de todo.

En realidad no sé qué pase en el futuro, no quiero saberlo, ni pensar en ello. Hoy estoy bien, no dejaré de beber nunca, no dejaré de estar triste, no dejaré de hundirme en esta mierda, pero ahora ya será diferente, siempre es diferente.


 El mundo tiene que volver a girar de forma normal, porque para mí se detuvo por seis meses, los árboles crecieron, la gente maduró, más personas del promedio habitual comenzaron a odiarme, los pájaros se volvieron agradables y los perros también. Ni modo, no sé qué pasará más adelante, espero entregar mejores pasajes de mi vida, lo deseo. En realidad el futuro no me espanta, esto apenas es el primer capítulo.

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