Sunday, March 15, 2015

Tiene que ser

Decidí dejarla entrar a ver el desastre del pasado huracán,
era bueno que viera toda la pedacería de platos rotos regada por mi comedor, sala y baño;
decidí dejarla entrar a ver el desastre del pasado huracán.
La razón: su mirada me dice que ella es capaz de limpiar todo este desastre,
me dice que tiene la habilidad de saber cómo recogerme el suelo,
donde he estado anclado con una botella de vino tinto.

Quiero que me diga que ya no hay razón de mi tristeza, odio y desorientación,
que tenemos que encaminarnos hacia algo muy parecido a un paseo por la playa en una tarde de martes,
que aunque mis alas estén partidas todavía pueden servir para hacerla sonreír,
ella puede orientarme a no perder la fe en La Volpe,
tiene que suplir esa ausencia de Riquelme en el medio campo,
tiene que borrar los 4 de julio de mi calendario,
tiene que partirme las rodillas, la cintura, y aún así darme la mano para seguir.
Porque ¿qué son las rodillas rotas?,
¿qué son los tobillos sangrantes?,
¿qué son los dedos quebrados?
Si tengo su hombro de mi lado.